Es domingo, al fin ha llegado el tan
ansiado domingo, ese domingo en el que por fin estoy en Madrid. Hoy
es la gran tarde del teatro por lo tanto es la tarde de Ay Carmela!
El Musical.
Son las 17.00 horas y me encuentro en
las puertas del Teatro Reina Victoria, demasiado pronto, lo sé,
pero es que antes he quedado con uno de los actores que forman
parte de este alabado reparto, he quedado con Álvaro Morte que muy
amablemente me ha concedido una entrevista y que pronto os aviso
que podréis ver en la web. Tras media hora de conversación (el
tiempo se ha pasado volando) y satisfecha por haber aprendido tanto
durante ese breve periodo de tiempo. Me despido de Álvaro que
marcha al teatro y yo aguardo unos minutos mientras que el Teatro
empieza a ver como la gente se abarrota a su
alrededor...
Son las 19.00h, el patio de butacas
está lleno completamente, la gente está bastante ansiosa porque
empiece la función y no da tregua alguna a que los minutos pasen...
Hay gente que no sabe esperar, y que por lo visto tampoco sabe que
con lo bueno siempre pasa esto. Así que ya estaba claro que esto
iba a ser muy muy bueno.
El teatro se apaga poco a poco, entre
las cortinas del teatro una pierna asoma, la música empieza a sonar
y Marta Ribera sale a escena. Esto promete, se nota que Marta viene
de los musicales, que voz que físico!!. Creo que Marta ha sido para
mi el gran descubrimiento. Todo lo hace bien, canta, baila,
interpreta y hasta se atreve con alguna que otra voltereta. Con una
voz más que agradable, Marta nos va a narrar la historia de Carmela
y Paulino, la historia del comienzo del fin. Marta nos guiará por
esta historia de una manera más que especial.
Javier Gutiérrez le sigue y demuestra
porque sigue siendo uno de los actores más queridos y solicitados
de este momento. Es la segunda vez que le veo en directo y por ello
ya no me sorprende, ya pude disfrutarlo con una de las obras de
Animalario y confiaba en su talento, pero me gusta no sólo que no
me decepcione, si no que me confirme que lo de aquella noche no fue
algo espontáneo.
De repente una sombra se ve a lo
lejos, no puede ser otra, tiene que ser Inma Cuesta, una Inma que
sale tranquila a escena, calmada y muy discreta... ya hemos dicho
que lo bueno se hace esperar y con ella no iba a ser diferente. La
obra avanza y todos nos estamos emocionando, además la actriz ya ha
demostrado sus dotes musicales nada más comenzar la obra, pero a
los pocos minutos llega el gran momento, ese momento en el que el
tema principal va a ser interpretado, ese momento en el que Inma
demuestra que además de ser actriz y una buena cantante, es maga,
Sí, no me he vuelto loca, pero Inma ha conseguido que todo el mundo
desaparezca y sólo esté ella. Es increíble la mágia que tiene, la
luz propia con la que brilla, es algo que nunca había visto ni
vivido. La canción acaba, y cuando vuelvo en mi me doy cuenta de
que el patio de butacas sigue lleno y que en el teatro continúan
los músicos y el resto de los actores, que creo que al igual que yo
siguen en shock tras la actuación de Inma. Que sensación más rara
pero que increíble ha sido.
La obra continua y el resto del
maravilloso elenco va saliendo a escena, Javier Navares, Javier
Enguix, Álvaro Morte y Pablo Raya. Todos maravillosos y a cual más
completo. Dotes musicales destacables en todos, complicidad que se
nota y mucho mucho talento en cada uno de ellos. Un intermedio a
mitad de la obra, que no sé si perjudica o no, eso va a gustos,
pero creo que es una obra bastante ligera y ágil.
Uso de nuevas tecnologías que hacen
que nos sintamos bombardeados de verdad, que tengamos miedo de que
una de las bombas que caen en el teatro sea real. Me gusta que el
teatro pueda tirar de este tipo de técnicas, las nuevas tecnologías
también son bienvenidas en el teatro, creo que todo es bueno para
que sintamos como nunca este tipo de espectáculos.
Cada número musical es superior al
anterior, risas, llantos... el corazón se me hace cada vez más
pequeñito y el estómago me da un vuelco en más de una ocasión. Sin
contar de nuevo, que cada vez que Inma interpreta un nuevo número
el mundo vuelve a desaparecer.
El sello de Andrés Lima se nota, este
hombre tiene un toque personal que se ve reflejado en cada trabajo
que realiza, por eso es uno de mis directores teatrales favoritos,
y esta vez no podía ser menos. Ay Carmela! tiene su marca propia y
se agradece.
No puedo deciros mucho más, sólo que
Ay Carmela! es una de esas obras que sólo se consiguen hacer una
cada mil años. Que es una maravilla para los sentidos y que creo
que todo el mundo debería poder vivir una experiencia así alguna
vez en la vida.
He tenido la suerte de poder ver
bastantes obras de teatro en Madrid, y os puedo asegurar que nunca,
jamás, el público madrileño se había puesto en pie para aplaudir
cuando el espectáculo llegaba a su fin, pero eso también lo
consiguió anoche Ay Carmela! levantó a un teatro a rebosar y
provocó que los actores tuvieran que salir a despedirse en tres
ocasiones.
Por todo ello, por las emociones que
me hicieron sentir, por esa magia, por ese talento y por ese gran
trabajo... Muchas Felicidades a todo el equipo, tanto técnico como
artístico. Felicidades a cada uno de los miembros de este
espectáculo y muchas gracias por transmitirnos este tipo de
emociones.
Gracias a Álvaro por todo y al
equipo que me hizo poder acudir ayer a este GRAN TRABAJO!