El último jinete cuenta la historia
de un joven beduino, llamado Tiradh, cuyo deseo no es otro que
encontrar el caballo que ha elegido en lo que es su gran sueño, el
mismo caballo que le ha elegido a él como jinete con el fin de que
juntos puedan cabalgar hacia la conquista de un reino. De esa
manera pueden cumplir el destino que les marca la leyenda del
desierto, según la cual hay un caballo para cada jinete y sólo al
formarse esa unión pueden alcanzar sus logros.
Esa es básicamente la historia de
El último jinete, un musical de aires árabes y étnicos, preñado de
una historia de aventuras, de factura española con libreto del
escritor y guionista Ray Loriga, dirección de David Conde, música
de John Cameron, Albert Hammond y Barry Mason, letras de Rangit
Bolt y producido por Andrés Vicente Gómez, conocido hombre del
mundo del cine en España, que se enfrenta a su gran reto escénico
con este espectáculo que se estrenará primero en Madrid (el 5 de
diciembre en los Teatros del Canal) y en primavera en Londres, ya
que ha sido concebido paralelamente en ambas ciudades con dos
compañías paralelas y una misma infraestructura, con un presupuesto
total de 9 millones de euros. De hecho en Londres, tal y como
comentó el productor, llevan tres lustros sin estrenar ningún
musical totalmente original, sin basarse en ninguna novela,
película, obra teatral….
El cómo, dónde y por qué ha nacido
este musical es quizá tan novelesco e insólito como el propio
argumento de El último jinete. Hace tres años el productor español,
ante las dificultades, cada vez mayores, para hacer cine decidió ir
a Oriente Medio en busca de apoyos económicos para poner en pie una
película de animación. Pero uno de los mecenas con los que entró en
contacto le propuso hacer un musical en el West End de Londres,
cuyo argumento girara en torno a la reconstrucción del reino
saudita. "Era nuestro sueño, les convencí para hacerlo también en
España y Ray se involucró totalmente con este proyecto para el que
ha escrito casi veinte versiones del libreto", apunta Andrés
Vicente Gómez quien está fascinado con el mundo teatral, hasta el
punto de que en los últimos años se está lanzando a varios
proyectos como montar el musical de Ay, Carmela, de José Sanchis
Sinisterra, y pergeñar un macroespectáculo en torno a Jardiel.
"En el mundo de la escena las
responsabilidades se reparten muchísimo, además hay una gran
libertad y una sensación maravillosa después de ver la poca
libertad que hay a la hora de hacer cine, donde todo depende de
muchas cosas", comenta el productor en presencia de Ray Loriga
quien se estrena en el género del musical: "Un territorio que
siempre me ha gustado y he seguido con interés, pero lo cierto es
que esta aventura me ha permitido meterme en esto del teatro por
una puerta grande, al tiempo que para poner en pie la historia de
Tiradh he conocido el desierto, los beduinos y una parte del
planeta que siempre vemos muy distorsionada". El escritor sostiene
que para conocer un pueblo hay que conocer su poesía: "A la hora de
hablar de Arabia Saudí hay que intentar entender qué piensan, qué
sueñan…". De hecho la inspiración para el texto del musical parte
de la figura del rey Abd al-Aziz ib Saud, fundador de la moderna
Arabia Saudí y el último en conquistar un reino a caballo.
En ese sentido Víctor Conde,
director del espectáculo, señala que en el texto de Loriga, donde
ha mezclado personajes históricos con personajes de ficción, se
nota mucho que ha leído poesía árabe: "No es un texto informativo,
está impregnado de poética y he agradecido mucho tener ese texto
tan bello al que se ha sumado una arquitectura y carpintería
teatral, además de una compañía alucinante", dice en referencia no
sólo a las cabezas de cartel de ellos tres, sino también de
músicos, la gran figurinista Yvonne Blake, los decorados de Morgan
Large, la dirección musical de Julio Awad, la coreografía de Karen
Bruce y reconocidos artistas del género como Miquel Fernández,
Julia Möller, Marta Ribera, Toni Viñals, Guido Balzaretti, Leo
Rivera y Elena Medina.
Todos ellos se pondrán al servicio
de este espectáculo en el que vemos a Tiradh persiguiendo el
caballo de sus sueños y con la ayuda de una poetisa inmortal que
canta las elegías de los guerreros caídos, Al Khansa, él recorrerá
Arabia hasta llegar a Egipto envuelto en las turbulencias de
oriente a finales del siglo XIX, entre guerras tribales e intereses
militares extranjeros. Allí aprenderá a conocer su tierra y así
mismo, y descubrirá a golpes que un sueño, como un reino, no se
gana en un día.
"Alrededor de Tiradh se despliega
un mundo mágico, de camellos danzantes y langostas parlanchinas, de
guerreros del pasado y ejércitos futuros, de invenciones
prodigiosas, barcos de vapor, cinematógrafos, de criminales en la
sombra y romances imposibles, en una espectacular fantasía musical
que también es la historia que no se ha contado de los pueblos del
desierto", comentan sus creadores.
ROSANA TORRES.